Que tu bronca no te ciegue
En estos días está
circulando, a través de las redes sociales, una convocatoria “espontánea”
contra el gobierno nacional. Grupos que llaman a todo el pueblo a manifestarse
y decir basta. Gente normal que se parece a nosotros pero que tiene intereses
totalmente distintos a los nuestros, nos convoca para que repudiemos con un
odio visceral a un gobierno que -nos guste o no- fue elegido por la mayoría de
los argentinos. Quieren que nos movilicemos denunciando los “males” del
gobierno nacional pero silenciando otras injusticias que son quizás más graves
y dañinas para el pueblo.
Hay miles de motivos y causas
justas para oponerse a esta gestión. Las políticas que favorecen el negocio de
la soja que enferma a nuestro pueblo, el despojo de tierras a los campesinos,
los negocios megamineros avalados a costa de la persecución y represión de los
que se oponen y las medidas contra nuestros bolsillos tomadas después de las
elecciones son razones válidas para que crezca el descontento. Tenemos razón de
tener bronca cuando nos mienten impunemente diciéndonos que con seis
pesos se puede comer, cuando nos suben las tarifas y los precios de los
alimentos se llevan nuestros salarios, etc. Más enojo nos da ver que para el
gobierno el país anda bien aunque nuestra realidad diga lo contrario. Entonces
ante tanta farsa muchos se indignan y desean expresar su honesto y sincero
hastío por la situación, hacerles llegar su descontento al gobierno de turno.
Por eso quizás asistan de buena fe a la convocatoria nacional del 13 de
setiembre.
Nosotros respetamos el deseo de
cada uno de “hacer algo” para que se acabe tanta injusticia. Sin embargo
creemos que esas convocatorias no son el camino. Esa gran manifestación
anti-gobierno no es ingenua. Detrás de ella, están los enemigos históricos de
nuestro pueblo. Son esa derecha enquistada en el poder de la tierra, de los
bancos, la responsable de masacres y del plan económico de la dictadura vigente
aún hoy. Es la oligarquía de los que nunca compartieron sus riquezas. Son
ellos los que se quieren aprovechar de nuestra justa indignación para defender
sus propios intereses. No dejes que tu bronca te ciegue los ojos. No te dejes
engañar por sus disfraces de “indignados”, ni por sus reclamos “populares”. No
es yendo con ellos donde encontraremos solución a nuestros problemas. No seamos
marionetas de su propio juego.
Creemos que el descontento de
nuestro pueblo debe canalizarse a través de la organización en nuestros barrios,
puestos de trabajos, universidades, etc. Nuestra bronca debe convertirse en
participación y compromiso para mejorar y defender nuestros derechos; en
unirnos para reclamar por lo que nos perjudica cotidianamente. Hay miles de
razones para oponerse a este modelo.
Nosotros no apoyamos este
gobierno porque defiende un modelo de país donde las grandes trasnacionales
mineras y pooles de soja son las máximas beneficiadas. Nosotros luchamos contra
los grandes grupos de poder porque como pueblo queremos otro modelo de país. Un
país donde los Monsanto, Cargill y compañía no puedan envenenarnos con
glifosato, ni ser dueños de todas las tierras. Un país en que Pascualama, La
Alumbrera y Barrick Gold no saqueen nuestros recursos y destruyan nuestras
ciudades. Un país donde la producción esté al servicio de nuestras necesidades
y no en función de la ganancia de unos pocos. Nosotros aspiramos a un modelo de
país donde la tierra sea para los campesinos que la trabajan, los medios de
producción estén en manos de todos y la exclusión y la desigualdad sean cosa
del pasado. Ese modelo que queremos no está en los planes de este gobierno ni
en el de sus enemigos anti-k.